Uruguay es el segundo país de Latinoamérica con mayor presencia de inversores extranjeros en su economía. El promedio de este mercado representa más o menos el 6% de su Producto Interno Bruto (PIB). Esta es una tendencia que se ha mantenido a lo largo de la última década. ¿Seguirá siendo así durante el 2018 y el futuro? Todo parece apuntar a que sí.
Para nadie es un secreto que Uruguay cerró el 2017 con excelentes cifras —un crecimiento aproximado del 3%— y un muy buen pronóstico para el año en curso. El Fondo Monetario Internacional (FIB) prevé que la economía uruguaya crecerá un 3,4% durante el 2018, en contraste con el 3% que pronostica para Argentina.
Según el Barco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), este crecimiento estará liderado en su mayoría por la inversión y las exportaciones.
Al mismo tiempo, afirmó que es notable el declive de la inflación en el país. En 2017 cerró en 6,4% mientras que en 2016 fue de 8,1%. No solo eso, también se predicen más oportunidades de empleo.
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¿Por qué Uruguay es un destino tan atractivo para inversores de otros países —sobre todo para los argentinos— ? Principalmente por el ambiente de negocios que se respira en el vecino país: amigable y transparente. También se suman el increíble crecimiento económico que ha vivido durante los últimos veinte años.
Desde inicios del siglo, la economía extranjera en Uruguay ha experimentado un espectacular y continuo incremento en el país. Dicho comportamiento se ha mantenido hasta los días actuales incluyendo al sector inmobiliario.
Durante el primer tercio del 2017, la Inversión Extranjera Directa (IED) llegó a sumar 119.50 millones de dólares. Mejor aún, el promedio de la IED durante la última década — desde el 2010 hasta la actualidad— en ese país es de 512.51 millones de dólares.
Todos estos datos prometen un incremento favorable en la inversión de capital extranjero en el país. Se espera que la Inversión Extranjera Directa (IED) aumente sobre todo en el sector inmobiliario durante los años 2018 y 2019. Esto va de la mano con la política uruguaya, conocida por proteger al capital y a los inversores, que pueden estar seguros de que su negocio será rentable.
El vecino país está en pleno desarrollo inmobiliario. Una de las razones más conocidas y aceptadas de este fenómeno es el turismo: solo en enero, Uruguay recibió más de medio millón de visitantes. Esto se debió, en parte, a un aumento de 24% de turistas argentinos. El ingreso de divisas fue de 498.53 millones de dólares.
En este sentido, invertir en inmuebles en zonas turísticas es una opción segura. Específicamente en ciudades tan importantes y atractivas como Montevideo y Punta del Este. Esta última es una zona importantísima para el turismo del país por la gran cantidad de veraneantes que se desplazan hasta la península. Adquirir una propiedad en Punta está recomendado.
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Facilidades para inversores extranjeros
¿Por qué es tan fácil que un extranjero invierta en Uruguay? En primer lugar, tu inversión, como persona externa al país, estaría en igualdad de condiciones frente a la de un local. No es necesario una autorización o registro previo para que, por ejemplo, un argentino comience a operar en Punta del Este.
No hay impuestos a favor o en contra de cualquier tipo de inversor. Tampoco existen restricciones para la transferencia de capital o beneficios. Lo mismo con el uso de divisas.
Del mismo modo, el país se encuentra en los primeros lugares de reinversión de capital y utilidades de América Latina. Cualquier iniciativa de inversión, tanto nacional como extranjera, es reconocida como de interés nacional.
En los puertos libres de Uruguay, se permite el tránsito de mercancía sin que estas se vean sometidas a impuestos, tasas o tributos. No se exigen autorizaciones previas o trámites burocráticos. Igualmente, los usuarios de Zonas Francas no se ven en la obligación de pagar impuestos, excepto los aportes a la Seguridad Social.
Por último, a las empresas constructoras se les permite importar materia prima sin pagar impuestos siempre y cuando esta se use para producir bienes o servicios que sean exportados en un período máximo de 18 meses.
De todas las regiones y ciudades de Uruguay, Punta del Este es probablemente la más atractiva para turistas y, en consecuencia, para inversores. No solo es una península que destaca por su belleza y tranquilidad, también le otorga a residentes y visitantes una calidad de vida de primera, gracias al acceso a salud, educación y alimento de alta categoría.
Punta del Este está ubicada en un país, según el Banco Mundial, que posee la mayor población de clase media y en el cual la riqueza está mejor distribuida. Esto convierte a la ciudad en un mercado clave para el sector inmobiliario y futuros inversionistas.
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