La inversión en la construcción aumentó en las últimos décadas. El negocio de comprar propiedades desde "el pozo" y venderlas antes de que estén terminadas, está generando una rentabilidad interesante que está atrayendo nuevos jugadores al sector.
La demanda se visualiza repartida en tres grandes bloques:
Actualmente casi todos los proyectos venden sus desarrollos con el sistema de preventa, porque es el modelo que está sustentando la construcción. Sin embargo, como toda novedad presenta sus incertidumbres y en base a las inquietudes surgen mitos o engaños que la mayoría de las veces no están sustentados.
1. La construcción siempre queda a mitad de camino. Una vez que se aprueban los pedidos por parte de la Junta Departamental de Maldonado (Punta del Este), las empresas encargadas de la construcción tienen un plazo de dos meses para comenzar las obras.
Otra norma es que, una vez comenzados los trabajos, no se detengan; de lo contrario serán penalizados con pérdida de beneficios fiscales para permisos de nuevas obras. Esta regulación, junto a múltiples controles de las desarrolladoras y un seguimiento permanente a las mismas, derriba el mito de que los proyectos no se terminan y quedan a mitad de camino.
2. Conviene más comprar un departamento finalizado que uno en pozo. Son muchas las ventajas que hacen del departamento en pozo una opción más atractiva a la hora de decidir por tu inversión. La más común -y la que se percibe a primera vista- es el menor costo de las unidades.
Esta última alternativa ofrece la posibilidad de adquirir una propiedad sin contar con todo el dinero, sino con un adelanto que varía dependiendo del formato de la obra y el saldo financiado por el desarrollador. Además, en mercados y países en crecimiento genera una revalorización ya que la propiedad va aumentando su valor a medida que se va construyendo.
Otra ventaja es que en general existe más oferta de unidades para elegir si se es de los primeros en ingresar al proyecto. "Permite optar por piso y orientación". También está la posibilidad de adecuar terminaciones a gusto e incluso en algunos casos ajustar la distribución de los ambientes a pedido del comprador.
3. Renders vs. Obra finalizada. Uno de los miedos de quien compra bajo esta modalidad es que la vivienda construida no se ajuste a la realidad de lo que vio en los renders. La renderización 3D resuelve este problema, porque representa con precisión cómo se verá un edificio en una calidad foto-realista, antes de que se materialice.
4. El dólar puede afectar mi inversión. Los precios de las propiedades, especialmente de los departamentos, acompañan por lo general la variación del costo de la construcción y a su vez se ajusta a la cotización del dólar. Por lo tanto, en vez de quedar afectada la inversión, crecerá con el dólar en caso de devaluarse en algún porcentaje la moneda estadounidense.
5. Seguridad en la inversión: A lo largo de los años invertir en ladrillos desde el pozo supera a todas las inversiones, incluidas la bolsa, dólares o inversiones financieras.
Hoy en día los nuevos emprendimientos inmobiliarios de pozo ocupan un lugar importante en el mercado inmobiliario. Son muy buscados por compradores que desean acceder a una propiedad.
La modalidad de compra en pozo es un claro ejemplo del proceso de la adaptación de las desarrolladoras a las nuevas necesidades de los compradores actuales. Es siempre una opción rentable. No solo se conserva el capital en dólares sino que se consiguen beneficios con una base mínima en torno al 10 por ciento, un promedio del 20 y en algunos casos específicos ha superado el 50%.
Encontrar la oportunidad y entrar en el momento clave es lo que hace la diferencia. El rendimiento lo determina el proyecto y los elementos característicos que este ofrezca.
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